*Desde muy joven, el xalapeño se convirtió en uno de los mejores luchadores grecorromanos del país, llegó hasta los Juegos Olímpicos en Barcelona 1992; hoy es entrenador con el sueño de encontrar a alguien que llegue a los colchones olímpicos
Katya López Cedillo
Xalapa, Ver.- Veracruz vio una de las leyendas de la lucha grecorromana: Armando Fernández, quien creó su fama bajo el apodo de ‘La Jarocha’. El veracruzano ganó medallas internacionales y llegó a representar a México en dos ediciones de Juegos Olímpicos.
Armando Fernández llegó a la lucha mientras estudiaba secundaria y con solo tres meses de practicar el deporte, se presentó en el Campeonato Nacional Juvenil de 1980 que se realizó en Querétaro y avanzó hasta salir del colchón con la medalla de plata; todo gracias al apoyo del entrenador Aníbal Pacheco, una pieza fundamental que lo posicionó como el mejor gladiador grecorromano de los -57kg, en la década de los 80.
Pero el destino separaría a alumno y maestro: el profesor Aníbal debió migrar a la Ciudad de México y antes de partir prometió al joven Armando que, una vez que terminara de estudiar la secundaria, lo llevaría a la capital para detonar su potencial en el deporte.
La promesa se cumplió. Armando era casi un niño cuando llegó hasta la Colonia Guerrero, la meca de la lucha y el box de la ciudad; vivió con el profesor Aníbal por casi un año y después su propio maestro lo llevó al Comité Olímpico Mexicano para que continuara su sueño de engrandecer su camino como gladiador.
Por un año más de trabajo en el Centro Deportivo Olímpico Mexicano, donde además de combates, ganó el apodo de ‘La Jarocha’. Después de ese periodo, se presentó en el Campeonato Nacional de 1ª fuerza y derrotó a uno de los favoritos: Adrián Ponce, quien representaría a México en los Olímpicos de Seúl 88, así se ganó un sitio en la Selección Nacional y no desaprovechó la oportunidad.
Armando siguió creciendo hasta ser el luchador titular en el estilo grecorromano de la división de -57kg. Ganó el Campeonato Nacional de 1992 y así ganó la oportunidad de luchar en el Campeonato Preolímpico Continental, donde llegó hasta la final y así ganó el boleto catalán para vivir sus primeros Juegos Olímpicos en Barcelona 1992, donde pasó bye la primera ronda, pero después cayó ante el turco Ergüder Bekisdamat.
‘La Jarocha’ representó a México en Campeonatos Panamericanos, Campeonatos Mundiales y antes de llegar a sus siguientes Olímpicos ganó la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata, Argentina en 1995.
Cuando volvió al colchón olímpico, en la edición de Atlanta 1996, en el peso gallo, fue, con el cubano Luis Sarmiento, uno de los dos latinoamericanos que clasificaron a la justa.
Fernández ganó por decisión ante el portugués David Maia, pero cayó ante el alemán Rifat Yildiz (que al final terminó 4º) y cayó también ante el japonés Kenkichi Nishimi (8º).
Aunque esa fue su última experiencia en Olímpicos, Fernández nos representó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador, en el año 2002 y en ese, que fue su último evento del ciclo olímpico, ganó la medalla de bronce, pero en la división de 60kg. estilo greco.
Aquel chiquillo que aprendió en la secundaria a luchar, que migró desde Xalapa a la Ciudad de México con un sueño entre las manos, se convirtió en uno de los mejores luchadores grecorromanos del país; hoy es entrenador de esta disciplina en su tierra natal y a diario trabaja con el sueño de que un nuevo talento xalapeño llegue hasta los colchones olímpicos.
