Brunof, evolución del caricaturista

*Con sus trazos y su humor ácido, Bruno Ferreira incomodó a políticos locales; ahora extiende su libertad creativa en el comic periodístico, un innovador género

Gisela Uscanga

Veracruz, Ver.-  Un típico lápiz amarillo, de los que tienen goma en uno de sus extremos, es la herramienta principal de creación de Bruno Ferreira Hernández, caricaturista conocido como Brunof.

Sus trazos críticos incomodaron a más de uno de la clase política veracruzana, exploró toda su libertad creativa desde el periodismo y ahora incursiona en el comic periodístico, un innovador género que le devolvió la pasión, creatividad y satisfacción.

Desde la adolescencia, Bruno supo a lo que quería dedicarse: a la caricatura.   Su niñez y adolescencia transcurrió en el puerto de Veracruz y asistía a la secundaria del barrio donde vivía con su madre en Infonavit Buena Vista.

A corta edad era crítico, observó que las cuotas de los padres de familia no se destinaban en mejoras estructurales del plantel escolar.

“Desde esa edad supe ver lo que se llama corrupción y en una libreta, en las últimas hojas, comencé a dibujar con sátira a mis maestros y superiores, algunos tenían unas orejotas”, comentó.

Jamás le cacharon sus dibujos los profesores, sólo sus compañeros de clase sabían de sus trazos irreverentes; pero al final del tercer año de secundaria, se animó a hacer una caricatura de cada uno de sus profesores, con el fin de que se las firmara y tenerlas como recuerdo.

Si bien el talento para el dibujo se trae de nacimiento, que para eso no se estudia, Bruno quería mejorar su técnica y sus trazos lápiz amarillo, lo que lo llevó a para estudiar en los talleres libres de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana (UV).

Su mejor profesor fue el Raúl Guerrero Domínguez, quien le insistió que debía tener un nombre artístico para rubricar su obra, por lo que decidió firmar como Brunof, la f por su primer apellido.

En el puerto  era vecino de un reconocido periodista veracruzano y profesor universitario de la Facultad de Comunicación de la UV, Luis Velázquez Rivera, quien le dio la oportunidad en la revista Llave.

La crisis económica en los medios, orilló a Brunof a dejar la caricatura política.

“Ya no encontraba satisfacción creativa, entré en un círculo vicioso con la sátira política. Pero hace como ocho años atrás, otro amigo caricaturista, fue quien me dijo que estaba surgiendo el comics periodístico a partir de reportajes”, narró.

Si bien representó todo un reto realizar comic periodístico, fue lo que le devolvió a Brunof la pasión, la creatividad y la satisfacción para desarrollar ese innovador género, el cual, a partir del reportaje de investigación, desarrollar una historieta; fue todo un reto, pero logró consolidarlo, al tiempo de estar consciente de que nunca se deja de aprender y mejorar.

Brunof, aunque no se ha hecho rico con el oficio de caricaturista en el periodismo, se siente muy satisfecho y agradecido con la vida, por permitirle desarrollarse y poder vivir de lo que le gusta; privilegio que no todos tienen en la vida.

“Me deja una gran satisfacción, de sentirme útil, que mi vida tiene sentido y ver que ha valido la pena dedicarme a esto; no se ha vuelto rico, pero las riquezas han sido de otra índole, intangibles”, acotó.

 

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