Las reliquias de los bomberos

*Una vasta colección de objetos, vehículos y artefactos que datan de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, un asombroso paseo que se encuentra en la ciudad de Xalapa

Javier Salas Hernández

Xalapa, Ver.- No puede sentirse más orgullo. El tono de su voz, su gesticulación facial y su mirada lo dicen todo. Encargado y custodio de uno de los pocos museos de la ciudad, Honorato Aguilar Aguilar, presenta a Thirion, la única compresora de agua en el mundo fabricada en Francia en 1878 y está aquí, bajo su resguardo.

Nombrado hace 5 años encargado del Museo de Bomberos de Xalapa, inaugurado en el 2004, tras 58 años de servicio activo, Honorato es el decano de los llamados tragafuegos de Xalapa.

El Museo no es de estilo barroco, gótico ni neoclásico; no tiene pisos de mármol ni escaleras rectas, curvas o mixtas. Sus paredes no contrastan con vitrales de George Braque, Marcelle Feeron, Fernand Léger, Jean Cocteau, Marc Chagall o Henri Matisse, considerados los mejores representantes del vitral, porque no los tiene.

Pero es considerado único en su tipo tanto en México como en todo el Continente Americano porque conserva una invaluable riqueza histórica. En su interior hay una vasta colección de objetos, vehículos y artefactos de uso exclusivo de los Cuerpos de Bomberos que datan de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

Ese vasto y rico legado histórico es custodiado celosamente por Honorato, aunque no sabe qué gestiones tuvo que hacer el finado Primer Comandante, el Jefe, Ernesto Flores Tlapa, fundador del Cuerpo de Bomberos de Xalapa, para que lograra que se los donaran.

Fue habilitado en el ala este de la Estación de Bomberos de la calle Ernesto Ortiz Medina, lugar que ocupan los trasfuegos desde 1970 y concebido para promover entre la población, principalmente la infantil, la cultura de la prevención de los incendios y para reconocer la labor de los bomberos.

Aunque la afluencia de visitantes es variable, pues dice Honorato que hay días que llegan hasta 5 familias y otros días no se asoman ni las moscas. Y al mes se registra la visita de dos escuelas de la ciudad.

Pero ahí está Thirion que luce toda su majestuosidad. Es una compresora a vapor que era tirada por caballos conserva todas sus partes originales, sus ruedas de madera, la caldera, su chimenea de cobre que luce impecable, a pesar de tener 145 años.

Frente a ella está Hidalgo, la otra compresora con características semejantes, solo que 138 años más joven que Thirion, pues se construyó en 1885 y solo existen 7 en el mundo, 6 se encuentran en Italia, en el Museo Vigili del Fuoco, y una en México, concretamente aquí en la ciudad.

A Honorato no le gusta ser fotografiado y se escabulle cuando se percata que se prepara la cámara, pero muestra la colección de 250 cascos de todo el mundo, no precisamente de bomberos, pues la mayoría se utilizó en la Primera y Segunda Guerra Mundial.

También hay una colección de carritos de bomberos, mascarillas, hachas, y válvulas de todo tipo que se han usado a lo largo de la historia.

En la sala principal está un carro de bomberos que fue traído de Europa y que no dio servicio en la ciudad. l acceso al Museo de Bomberos es gratuito y solo se solicita una cooperación voluntaria que se emplea para darle mantenimiento.

 

 

 

 

 

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