Iglesia de los Corazones, amores y difuntos

*El recinto religioso, construido en el Siglo XIX en el Centro Histórico de la Ciudad de Xalapa, resguarda cientos de vetustas y actuales fotografías de almas que ahora viven con Cristo, además largas hileras de Santos y Santas

Carolina Miranda

Xalapa, Ver.- Una larga hilera de figuras de Santos y Santas se observan en ambos lados de la bóveda celestial.  Los rostros adustos y, en algunos casos, amorosos, sobresalen en esas efigies religiosas, remanso del alma de miles de personas.

Las altas cúpulas del recinto, construido en el Siglo XIX, resguardan una larga lista de hombres y mujeres que lograron la santidad gracias a sus obras y acciones. Su hogar es la Iglesia de los Corazones, una edificación de estilo neoclásico que engalana una de las zonas más antiguas de la ciudad de Xalapa.

A cada paso que se de en su interior, la mirada atenta de Nuestra Señora de la Asunción, de Santa Teresita del Niño Jesús, de Nuestra Señora del Carmen, por supuesto de San Benito, San Ignacio de Loyola, San Chárbel, San Martín de Porres, San Judas Tadeo, San José y hasta San Miguel Arcángel.

Sobre la estrecha y maltrecha calle de Altamirano del Centro Histórico de la capital veracruzana, un recinto religioso que contrasta con las viejas casonas fundacionales, con su alta y sobria fachada.

Los voluminosos contrafuertes y su forma de cruz latina con bóveda de medio cañón, lunetos y cúpula sobre el crucero, también resguardan cientos de vetustas y actuales fotografías de niños, niñas, jóvenes, hombres y mujeres adultos, almas que ahora viven con Cristo.

Los retratos colocados en hileras en un altar bajo la mirada atenta de San Rafael Guizar y Valencia impactan a primera vista; una sucesión de personas que murieron y que sus familiares buscan que siempre se ore por sus almas.

Un poco maltrecha, la Iglesia de los Corazones guarda en sus entrañas una paz y sosiego que buscan docenas de personas que transitan por la zona y entran a orar y pedir para acabar con sus aflicciones y reforzar sus alegrías.

La bella construcción tiene su origen, cuenta la leyenda, en una tragedia amorosa, como la de Romero y Julieta, con su toque xalapeño.

Una pareja de enamorados, cuenta el relato pasado de generación en generación, veía imposible su amor. El  padre de la novia, un inmigrante español, se opuso al matrimonio por diferencias sociales y económicas.

Como en la ciudad italiana de Verona, los enamorados xalapeños juraron que sus corazones estarían eternamente juntos, pero la joven enfermó de tristeza y murió. El padre buscó consuelo y un sacerdote le recomendó construir una capilla para que encontrara la paz anhelada.

La historia, como muchas del catolicismo envuelta en misticismo, cuenta que el español salió de la parroquia y vio una mariposa, lo siguió hasta donde posó y allí decidió construir la que más tarde sería la Iglesia de los Corazones.

Un corazón de la ciudad de Xalapa.

 

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