Atarazanas, muralla del Veracruz antiguo

*El edificio construido a mediados del siglo XVIII como parte de la fortificación militar del puerto de Veracruz, hoy es sede de talleres de arte popular y exhibiciones de arte del Instituto Veracruzano de la Cultura

Víctor M. Toriz

Veracruz, Ver.- De pie como centinelas, una hilera de palmeras que se levanta arriba de los cuatro metros desde el suelo, enmarca la fachada de la Atarazanas al vaivén de la brisa que recorre el corazón del puerto de Veracruz.

El inmueble que hoy en día es uno de los recintos sedes del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) en este Centro Histórico, al mismo tiempo forma parte de los vestigios de las instalaciones militares que bordeaban la ciudad amurallada hace más de tres siglos.

De acuerdo con información escrita en el acervo histórico de la ciudad, el Atarazanas fue construido como parte de la fortificación militar en la ciudad de Veracruz.

El color amarillo baña los muros principales en el interior y en el exterior, con pinceladas de pintura blanca que dan profundidad a sus ventanales y el acceso principal. Algunos cañones pequeños sobresalen en lo más alto y pueden verse si se es buen observador.

En su conjunto, el contraste que se pinta en las paredes del Atarazanas ilumina el callejón Juan S. Montero, que separa a este edificio de otras viejas construcciones con estilo sobrio, como el Colegio de Bachilleres de Veracruz y el Exconvento Betlemita que alberga la sede principal del IVEC.

La fachada está formada por una serie de 11 arcos se repiten como si fueran reflejos simétricos en un espejo, a excepción del que se encuentra en el centro, que es más grande y es el umbral para ingresar al recinto. Los ventanales y la puerta son de madera y cristal.

Al primer paso dentro del Atarazanas lo primero que pega de golpe es el reflejo del sol en las losetas de mármol que decoran el piso. El espacio amplio es bañado por la luz del exterior que ingresa por los grandes arcos.

La iluminación natural no hace diferencia entre el interior y el exterior, pero el ambiente fresco propiciado por el aire que atraviesa la sala principal, genera una atmosfera reconfortante en esta ciudad con clima tropical.

Los techos altos de teja marsellesa, sostenidos por vigas de madera y los muros expuestos que dejan ver los tabiques y la piedra de coral, son elementos que dejan de manifiesto la antigüedad del edificio, construido a mediados del siglo XVIII, según el Archivo Histórico de la Ciudad.

La parte más amplia del recinto es la sala principal, en donde se levantan pilares de concreto en un vestíbulo abierto y dos naves divididas por muros falsos. Al atravesar se llega a un patio central bordeado con árboles de almendra malabar, que por el día es utilizado para brindar conferencias y talleres, mientras que por las noches ha servido para escuchar el zapateado del fandango.

Al fondo cinco arcos se levantan a la misma altura de los muros, detrás de ellos se alcanza un anexo que sirve como almacén. En los muros laterales los vestigios de elementos que ya no existen, pero que formaban parte del inmueble.

La construcción del Atarazanas en Veracruz concluyó en 1779, pero al menos 20 años antes ya era utilizado por el ejercito del Virreinato de la Nueva España, ya que formaba parte de la infraestructura militar que se extendía desde el viejo continente al nuevo mundo.

La palabra misma que le da nombre al recinto proviene de un vocablo árabe que se puede interpretar como taller de artillería.

En un inicio funcionó como almacén de mástiles y taller para reparación de embarcaciones de la Corona Española, más tarde se utilizó como bodega de artillería y en algún momento fue utilizado como punto de revisión de mercancías que entraban y salían en el comercio internacional de la época.

Actualmente, el Centro Cultural Atarazanas es parte fundamental del IVEC, ya que es sede de talleres de arte popular y exhibiciones de arte, así como sede de eventos que van desde exposiciones de productos manufacturados en Veracruz por artesanos, ciclos de cine, hasta conciertos y noches de fandango.

Se encuentra en el callejón José S. Montero s/n, entre las calles Francisco Canal y Esteban Morales, del Centro Histórico de Veracruz, abierto al público en general de martes a domingos de 10:00 a 18:00 horas.

 

 

 

 

Compartir: