Fotogalería y texto: Óscar Sánchez
Perote, Ver.- Una acogedora cabaña de madera, enclavada en el bosque de niebla, resguarda sueños de hombres y mujeres con alma de niños, de infancias que volaban con la imaginación.
En las profundidades del Valle de Perote, un rancho silvícola nos lleva a un paseo por las nubes, con docenas de objetos de aviones y de pilotos; con un biplano real que cuelga del techo de la cabaña.
Rodeada de árboles navideños, el Museo del Biplano del Bosque del Ciclo Azul guarda en sus entrañas pedazos de historia de la aviación y un Great Lakes 2T1-A2 construido en la ciudad de Xalapa a partir de un kit de hace casi treinta años.
Las rojizas brasas que se asoman por la chimenea del lugar, sólo son el preludio de un pequeño pero encantador lugar -ideado por José López del Puerto- que aman chicos y grandes.
La felicidad por cortar un árbol natural para alegrar la navidad en los hogares y convivir con venados y borregos, se ve arropada por el museo que contiene gorras, radio transmisores, brújulas, aviones a escala y un sin fin de objetos antiguos.
Además de rodearse de esos vestigios, los pequeños pueden fabricar y pintar un biplano de juguete, un juego que llega a los corazones de los pequeñitos que cumplen su sueño de una navidad feliz.
