Adentrarse al mundo prehispánico

*El Museo Arqueológico de Córdoba resguarda más de dos mil piezas de las culturas olmeca, maya, huasteca, teotihuacana y totonaca; pero además no lleva a un paseo por los pasajes históricos más relevantes de Córdoba

Miguel Ángel Contreras Mauss

Córdoba, Ver.- Pequeñas figurillas de pueblos mesoamericanos acompañan los vestigios de distintos pasajes históricos de México y de la región montañosa de Veracruz.

En el corazón de Córdoba, la Ciudad de los 30 Caballeros, un sitio donde se logra apreciar gran parte del patrimonio cultural y prehispánico.

Con piezas donadas de diversas partes de la región, el Museo Arqueológico de Córdoba es uno de los lugares más visitados del municipio desde hace 40 años.

Una antigua casa del destacado poeta cordobés Jorge Cuesta, mejor conocido como el portal de la Gloria, es la sede del museo fundado en 1974 sobre la avenida 3 y calle 3 en el Centro Histórico.

Las evidencias arqueológicas de culturas como la olmeca, maya, huasteca, teotihuacana y totonaca forman parte de cuatro de las seis salas de exhibición del recinto. Suman más de dos mil piezas arqueológicas, un paseo por el juego de la pelota, caritas sonrientes y puntas de lanza entre.

Exhibe una réplica de Mictlantecuhtli, Dios de los muertos; así como vestigios de un entierro, con fragmentos de huesos humanos, cerámica y textiles; el Señor de las Limas, una enigmática escultura olmeca que al ser encontrada fue confundida con una virgen y puesto en un altar.

Una sala más destinada a la Ludoteca “Elena Poniatowska” y la sexta destinada a la historia de la región: de manera gráfica la batalla del 21 de mayo y la firma de los Tratados de Córdoba con Iturbide y don Juan O´Donojú en 1821 con lo que se da fin a la dependencia de México con España.

El acervo está conformado por donaciones de la región y todas las piezas son originales, describe la directora del museo, María Obdulia Díaz. Solo tienen dos réplicas autorizadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

“Cuenta con figurillas, vasijas y esculturas del periodo de remojadas inferior (1500 a.C.) hasta el periodo histórico de 1521 de nuestra era, en el que destacan yugos, palmas, hachas y candados”, agregó.

Un verdadero deleite recorrer sus pasillos y recordar tiempos pasados.

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