Tuxpan, el puerto de los bellos atardeceres

Y de los amaneceres de ensueño… 

Por Édgar Escamilla

Tuxpan, Ver.-¿Te imaginas despertar y disfrutar de una humeante taza de café veracruzano? En Tuxpan lo puedes hacer. Después puedes salir a caminar por el malecón ribereño, subir a uno de los esquifes y visitar el Museo de la Amistad México-Cuba. Desde la orilla del río en Santiago de la Peña, observar a los pescadores o bien participar en las actividades de pesca. Por la tarde, apreciar como los tonos rojizos y azules se mezclan en el ocaso.

La ciudad cuenta para ello con una amplia oferta hotelera, para los más variados gustos. De los 47 hoteles registrados, cuatro se encuentran en la categoría de cuatro estrellas, siete son de tres estrellas y tres posadas, aunque también puedes descansar en villas, cabañas, apartamentos, autohoteles y moteles.

La gastronomía tuxpeña es de las más variadas del estado. Conjuga el sabor de los platillos de la huasteca con los que ofrece el mar y la cocina internacional.

Pero no solo de pan se vive, y qué mejor lugar para relajarse que la playa. Con cerca de 40 kilómetros de litoral, seguro encontrarás ese rincón apacible, o bien, el espacio para divertirte, sanamente.

La oferta está entre playa del Faro, playa Villamar, playa Cocoteros, playa Azul, playa San Antonio, playa Barra Galindo, playa Palma Sola (Estero de Mojarras), playa Benito Juárez, playa El Palmar o playa Emiliano Zapata. Hacia el norte encontrarás las playas del municipio de Tamiahua y al sur, las de Cazones.

Foto: Édgar Escamilla

Si lo tuyo es la aventura, a unos 80 kilómetros al norte de Tuxpan se encuentra la Isla de Lobos, donde existen arrecifes y es un espacio adecuado para el buceo. No te preocupes por la seguridad, encontrarás apoyo de personal de la Secretaría de Marina Armada de México.

Estos arrecifes reciben los nombres de Bajo de Tuxpan, Bajo de Enmedio y Bajo de Tanhuijo. Ya que andas paseando por las aguas del Golfo y del río, no olvides dar una vuelta a la zona de manglares, recuerda que en la época de la Colonia, el puerto fue asediado por piratas y corsarios; seguramente, encontrarás un tesoro que guardar en tu corazón y tu mente.

Para los amantes de las actividades culturales, ya habíamos recomendado el Museo de la Amistad México-Cuba, ubicado en la comunidad de Santiago de la Peña. Este espacio fue habilitado en lo que fue la casa-habitación ocupada por el grupo de expedicionarios cubanos integrantes al Movimiento 26 de julio. Desde este lugar partió el yate ‘Granma’, donde viajó Fidel Castro para iniciar la revolución en la isla. Aquí los fines de semana puedes disfrutar de noches bohemias.

Tuxpan cuenta, además, con un museo regional de arqueología, donde se resguardan las piezas de las culturas huasteca y totonaca halladas en el municipio. Se ubica a un costado del parque Reforma, donde después, si gustas, puedes disfrutar de una bebida fría de frutas conocida como timbakey.

Muy cerca de este lugar encontrarás la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, que data de 1750, según algunas partidas de bautismo. La construcción del campanario fue ordenada en 1866, pero inició hasta 1901. Don Joaquín Arcadio Pagaza donó 100 pesos de la época para su edificación.

Dependiendo de la temporada del año encontrarás diversas actividades y tradiciones a disfrutar, una de las más reconocidas es la del Día del Niño Perdido, que se realiza el 7 de diciembre, cuando todas las familias tuxpeñas salen al frente de sus domicilios o centros de trabajo a colocar velitas encendidas para iluminar el camino al Niño Jesús. Esta tradición se basa en el relato bíblico cuando Jesús se pierde de la vista de sus padres, pero es encontrando en el templo de Jerusalén, conversando con los maestros.

En Semana Santa las playas de Tuxpan se abarrotan de visitantes y en mayo puedes disfrutar de los paseos del carnaval con sus carros alegóricos y comparsas. Si quieres seguir la fiesta, recuerda que en agosto se organiza la Expo Feria.

Antes de terminar el día, puedes tomarte algunos minutos y sentarte en una de las bancas del malecón a recrearte con la puesta de sol.

Foto: Édgar Escamilla
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