San Julián, la dulce laguna de Veracruz

Por Víctor M. Toriz

Veracruz, Ver.-El vaivén de las olas mueve las perlas de agua que se forman sobre las hojas de los lirios acuáticos.

El reflejo de las nubes solo es interrumpido por las flores amarillas que se abren en tallos gruesos que flotan sobre la laguna de San Julián.

Es el cuerpo de agua dulce más grande que existe en la ciudad de Veracruz, localizada en la porción norte del municipio  y forma parte del Sistema Lagunar Interdunario, reconocido como sitio Ramsar y Área Natural Protegida.

Se alimenta de escurrimientos que se desprenden del río Grande y de un manantial que brota, dicen los pobladores, del centro mismo de la laguna.

Su desembocadura se extiende en el mar abierto que se localiza cinco kilómetros adelante del primer puerto construido en América.

En el margen de sus 60 hectáreas los árboles frutales forman parte del paisaje: naranjas, limones, mangos, guayaba, ciruela, nanche y papayas se mezclan con flores de todo tipo que se marchitan solo para dejar salir a la siguiente.

Dunas de arena forradas de verde se ven en el horizonte, resguardando al oasis de su cercanía con el caos de la zona urbana del puerto jarocho.

El viento arrastra los cantos de aves migratorias que recorrieron el extremo del planeta para quedarse a vivir aquí, pelícanos, patos, gavilanes y garzas vuelan raso y de golpe se dejan caer sobre el espejo de agua.

Con suerte se pueden ver nutrias descansando que se dejan llevar por la corriente o saltando entre los palos de bambú que crecen en alguna de sus orillas; mapaches, tlacuaches y armadillos corren en donde los arbustos son más espesos.

En algunas porciones se ven corrales forrados de redes grises con maderos enterrados y que sobresalen de la superficie, son criaderos de mojarras que se comercializan en los restaurantes locales.

Una larga fila de esos establecimientos se extiende en la bahía que forma de manera irregular la corriente, se distinguen por las palapas y carpas que reciben la sombra bajo grandes árboles y palmeras de coco.

Lugareños ofrecen platillos típicos de la región costera veracruzana, brochetas de camarón, mojarra enchilada con diversas variedades de chilpaya, y los tradicionales ‘vuelve a la vida’.

La mayoría son de pescados y mariscos criados en la laguna, acompañados de verduras o hiervas cultivadas en campos que son bañados por esta misma agua.

Los recorridos en kayak es la actividad con la que invitan a los visitantes a relajarse manteniendo una cercanía con la naturaleza a la que se ingresa casi al instante de entrar a la pequeña comunidad rural.

El pararse frente a la imponente laguna y sentir el viento en la cara incita a sumergirse sobre las aguas, para refrescarse en cualquier día de calor en el puerto de Veracruz.

Datos extra 

Para ingresar al sitio se toma la autopista Veracruz-La Antigua, la desviación para tomar la autopista Santa Fe-Paso del Toro sirve al mismo tiempo para ingresar a la comunidad que recibe siempre con un acento jarocho lleno de camaradería.

Fotos: Víctor Toriz

 

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