Cuyuxquihui, el tesoro perdido en medio de la selva

Por Édgar Escamilla

Papantla, Ver.- Entre enormes ceibas y palmeras de coyol que rasgan el cielo se erige la llamada “Pompeya Mesoamericana”, la ciudad prehispánica de Cuyuxquihui. Una zona arqueológica que data aproximadamente del año 1200 de nuestra era, posterior al abandono de El Tajín, luego de una serie de inundaciones ocurridas en el periodo posclásico tardío.

La ciudad fue construida al pie de la ladera de los enormes lomeríos que limitan el valle del río Tecolutla. Desde este lugar se puede apreciar una hermosa panorámica del valle papanteco.

El canto de las cotorras y las cigarras, junto con los grillos, generan una sinfonía de la naturaleza que hace olvidar el ruido y ajetreo de la ciudad. Se ubica a escasos 49 kilómetros de Poza Rica y a 34 kilómetros de Papantla.

A pesar de encontrarse muy cerca de El Tajín, Cuyuxquihui es poco frecuentada por los turistas, lo que permite que sus visitantes vivan una experiencia única de contacto con la naturaleza.

Fue construida posterior a la caída de El Tajín. Los arqueólogos consideran que sus fundadores fueron los habitantes desplazados de la ciudad del Trueno, luego de las inundaciones que acabaron con su modo de vida.

Foto: Édgar Escamilla

Para evitar esta situación, decidieron construir la ciudad, aunque con características muy similares a Tajín, en la parte media del cerro, empleando terraplenes y un sistema de terrazas que le dan una característica propia, como si se tratara de una fortificación, aunque se sabe que era gente pacífica, que se adaptó a las condiciones del terreno.

Los abuelos totonacas, en la tradición oral, reconocen que tales inundaciones ocurren de manera cíclica, prácticamente cada siglo, pero la previsión de sus constructores para evitar inundaciones provocadas por el desbordamiento del río Tecolutla, firmaron también su destino.

Es llamada la “Pompeya mesoamericana” porque se estima que antes de ser abandonada, la ciudad quedó cubierta por un alud de tierra del cerro a sus espaldas, como ocurriera en Pompeya con la lava del Vesubio.

Existe evidencia de la presencia de grupos huastecos y de la cultura nahua por el año 1450. Fue dominada por los mexicas cerca del año 1465.

Foto: Édgar Escamilla

A la fecha, se puede observar la pared del cerro erosionada, prueba del deslizamiento de tierra que sepultó la ciudad por completo.

En Cuyuxquihui, el visitante puede caminar libremente en medio de la selva tropical, disfrutando desde las plazoletas la majestuosidad de los montículos piramidales, algunos aún cubiertos por la densa vegetación.

 

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