Janeth, el dojo y el jueceo

*A los siete años inició sus primeros pasos en el karate de la mano de su sensei Federico González del Valle; hoy es miembro de la Comisión Nacional de Arbitraje de México

Édgar Escamilla

Poza Rica, Ver.- Janeth Zavala Mateos se inició en el mundo del karate a la edad de 7 años, siguiendo los pasos de sus hermanos mayores en su natal Tantoyuca.

Ahora, con 31 años de experiencia, es miembro de la Comisión Nacional de Arbitraje de México, convirtiéndose en una de los siete jueces a nivel nacional de la Federación Mexicana de Karate (Femeka).

La lucha más fuerte que ha enfrentado como mujer ha sido fuera de los dojos, con la sociedad y sus estereotipos, por considerar que una niña que practica artes marciales suele tener preferencias distintas.

En la práctica, desde siempre se desarrolló en un ambiente de respeto, disciplina y compañerismo. El hecho de que una mujer se encuentre al frente de la Femeka es una muestra de lo inclusivo que es el karate.

Sus primeros pasos en el karate fueron de la mano de su sensei Federico González del Valle, hasta que a los 14 años su hermano Carlos Enrique fundó su propia escuela y lograron afiliarse al dojo nacional Kyokai Shotokan de México, dirigido por el director técnico nacional Juan Jorge Noceda Moreno, séptimo dan, y del que forman parte desde 1996.

La sensei norveracruzana es ahora segundo Dan Kyokai Shotokan Karate Do y primer Dan International Shotokan Karate Federation. Fue medallista en las olimpiadas nacionales de los años 1999 y 2001; medallista en la Universiada Nacional de los años 2000 y 2003; campeona nacional en Kumite.

Fue seleccionada por la ISKF MEXICO en el Panamericano de 1997, es miembro de Kyokai Shotokan Karate Do desde hace 23 años y es parte de la International Shotokan Karate Federation (ISKF).

En la actualidad su Dojo se encuentra en la ciudad de Poza Rica y forma parte de la directiva como vocal de Asociación de Dojos de Karate Do de Veracruz.

Con su asignación desde diciembre de 2022 como Juez nacional se le presentó una gran oportunidad y responsabilidad, al figurar como la primer árbitro veracruzana en todo el país.

“Nunca me imaginé poder representar a Veracruz y ser la principal persona que tuviera que traer el aprendizaje al estado. Me inicié en el jueceo por la invitación de un maestro, porque ya no había árbitros en Veracruz; en 2015 fuimos invitados a un seminario de arbitraje en Tlaxcala, y ahí inicie, había muchas mujeres y hombres, muchos me recordaban de cuando fui competidora nacional”, recuerda.

Ser Juez es una enorme responsabilidad, que incluye estar permanentemente capacitándose, por lo que ha impartido seminarios desde Tantoyuca hasta Coatzacoalcos y próximamente participará en uno más con motivo de la actualización del reglamento.

Aunque la práctica de las artes marciales y ahora el jueceo le han dejado importantes logros, también amerita sacrificios como el pasar tiempo alejada de su familia, su esposo y sus hijos; estar lejos de casa. Sabe que sin el apoyo de ellos no sería posible.

Se siente motivada y busca con su ejemplo motivar a mas niños y niñas a practicar artes marciales, disciplina que entre otras cosas busca formar buenos ciudadanos, esas personas que tanto necesita México.

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