Cazadores, huéspedes en Xalapa

*Con 17 especies de aves rapaces y 59 de serpientes, el Museo Comunitario de la Fauna es un refugio natural único en el Parque Ecológico Macuiltépetl

Óscar Sánchez

Xalapa, Ver.- En la parte más elevada del Parque Ecológico Macuiltépetl,  un halcón emprende el vuelo y surca el techo de Xalapa. Sus potentes alas le hacen surcar los vientos y se pierde a la vista del ojo humano que sorprendido es testigo de su poder.

A los pocos minutos, el ave se vislumbra y se encamina, sorpresivamente, a su punto de partida, a su hogar que comparte con aves rapaces y serpientes: es el Museo Comunitario de la Fauna de Veracruz.

En uno de los más imponentes pulmones de la capital veracruzana, un sitio que nos enseña a comprender sobre la fauna de Veracruz, las especies amenazadas, sus hábitats y los retos de su supervivencia a futuro, así como la importancia ecológica, económica y científica de su conservación.

Un gavilán nevado de al menos 28 años de edad, gavilanes grises y gritones, aguilillas conejeras forman parte de las 17 especies de aves rapaces que alberga el lugar.

Se trata de rapaces entrenadas que vuelan libres en los alrededores y ofrecen uno de los principales atractivos del parque, un lugar custodiado y cuidado por la sociedad civil, por un grupo de hombres y mujeres amantes de la naturaleza.

En sus vitrinas resguarda en su interior 59 especies de serpientes en su herpetario, entre ellas las crotalinos, las más peligrosas para el ser humano y de mayor importancia médica. Viven cascabeles e incluso nauyacas, la más mortifera.

“Lo que buscamos es crear conciencia, las áreas naturales protegidas como el Parque Macuiltépetl cuentan con un centro de visitantes, un lugar donde se puede atender a la gente, darles información básica, logistica de corte naturalista, histórico y cultural”, explica el Director del Patronato para el Parque Ecológico Macuiltépetl, Sergio Humberto Aguilar.

El Museo Comunitario de la Fauna de Veracruz, creado en 1993, es una de los pocos centros que funcionan para atender a visitantes y ofrecer información completa de un área natural protegida y uno de los pocos museos comunitarios que han sobrevivido con el paso del tiempo.

“Todos los animales que tenemos fueron donados al museo por la comunidad,  nosotros no capturamos animales silvestres  y muchos animales son liberados inmediatamente que conocemos su estado físico y que debe ser completamente apto para sobrevivir en la naturaleza”, afirma.

Un espacio para apreciar especies en semi libertad, para aprender de la naturaleza que nos rodea y además un lugar para sorprendernos por la perfección animal.

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