*El conjunto cuyo nombre en lengua totonaca significa “los cantores”, ha cautivado a miles de personas, no solo veracruzanos, sino también de todo el mundo
Inés Tabal G.
Veracruz, Ver.- El sonido fino que se produce al momento que los dedos ágiles de Salvador Peña rozan las cuerdas de su arpa, traspasan los cuatro muros de concreto donde el grupo Nematatlín de la Universidad Veracruzana (UV) ensaya para su próximo evento.
Los cinco hombres cuyos instrumentos guardan una esencia, tono y características diferentes, como su personalidad, al momento de unirse forman melodías repletas de magia, tradición y mantiene vivo aquel género que vuelve único al estado de Veracruz.
Practican por separado, Héctor con su requinto afinando cada una de las cuatro cuerdas hasta llegar al tono correcto, mientras Elhuikaj Yasej saca el bajo de su funda para incorporarse, Salvador y Miguel calientan la voz al par del sonido de sus instrumentos.
El conjunto Jarocho, cuyo nombre en lengua totonaca significa “los cantores”, está formado por los maestros, Salvador Peña en la jarana, su hijo Salvador Peña Herrera con el arpa, Elhuikaj Yasej Ramírez tocando el bajo, Miguel Ángel López Sánchez con la guitarra y Héctor Luis Ochoa con el requinto jarocho.
El grupo nació en 1980 como acompañante oficial del Ballet Folklórico del Puerto de Veracruz, perteneciente también a la UV, desde entonces ha cautivado a miles de personas, no solo veracruzanos, sino también de todo el mundo, llevando siempre en alto la identidad del Son Jarocho.
“A veces la gente nos mal llama, nos dicen jaraneros, la verdad es que no somos jaraneros. Nosotros nos conformamos como un grupo jarocho”, explica el maestro Héctor Luis, haciendo una aclaración sobre las distintas variables de esta música.
El instrumento que los hace distinto a los demás conjuntos es el arpa veracruzana, también llamada “La Reina Jarocha”, de la misma manera con la ayuda del bajo logran hacer que el sonido de sus melodías sea más grave.
Con cuatro décadas de llevar la alegría y el jolgorio de la música veracruzana a infinidad de países como Paraguay, Brasil, Chile, Inglaterra, España, Italia, Estados Unidos y muchos otros lugares donde los acogen con regocijo y rompen la barrera del idioma; Nematatlín demuestra que para la música no existe fronteras.
“Nosotros sentimos un enorme orgullo de representar una cultura viva que es el Son Jarocho y por ende representamos un estado, un país, pero sobre todo a nuestra gran Universidad Veracruzana”, contó con orgullo Salvador Peña Cadeza.
Siendo la segunda generación de músicos que conforman la agrupación, la cual consideran como su familia, todos concuerdan con un mismo sentir al momento de subir a los escenarios, el nerviosismo que persiste en cada evento y que a pesar de los años de experiencia lo siguen sintiendo como la primera vez.
Fueron más de seis meses en los que el conjunto se mantuvo lejos de los teatros, debido a que el Covid-19 puso en pausa los eventos y conciertos, la alegría que emana de sus rostros demuestran el entusiasmo y las ansias que tienen por regresar a los escenarios.
Ahora con el nuevo formato de conciertos en línea, se encuentran experimentando un concepto distinto para ellos, pero con la misma misión, la cual es llevar esa alegría del Son Jarocho a miles de personas y así lograr que el género siga vivo ante los oídos del público.
