En Orizaba, los dulces de pepita se convierten en personajes y figuras tradicionales
Por Redacción/ Fernanda Maldonado
Orizaba, Ver.- Todo empezó como un juego de las Madres Capuchinas y con el tiempo lograron crear verdaderas obras de arte que endulzan el cuerpo.
Desde el Monasterio de Sagrado Corazón de Jesús, la religiosas pasaron de crear dulces de pepita tradicionales, a convertirlos en figuras de personajes de las canciones de Cri Cri, como el mismo Grillito, la Patita con su rebozo y la Hormiga con su paraguas
“La masa que se crea es muy moldeable, como una plastilina, nos cuentan que jugando las hermanas empezaron a sacar figuritas y por eso el dulce se empezó a hacerse de diversas formas”, comenta Hermana Clara, entre risas.
La creatividad e innovación pueden aplicarse en todo, y las Monjas Clarisas han llevado el dulce de pepita en Orizaba a algo no solo delicioso sino adorable, los dulces tradicionales reflejan una gran parte de la cultura mexicana y que no se pierda es una gran obligación del pueblo mexicano.
En la calle Sur 7 entre Oriente 10 y 12 se encuentra ubicado el Monasterio de Sagrado Corazón de Jesús, donde realizan artesanalmente diferentes dulces tradicionales para el mantenimiento de la casa.
El dulce es artesanal no lleva conservadores, se consigue la semilla se lava y prepara batiendo durante horas, aproximadamente tardan un día, como resultado se hace una pasta moldeable.
“Yo llegue aquí hace 35 años, y desde ese entonces ya elaboraban el dulce de pepita”, recuerda clarita.
Lo que caracteriza los dulces de pepita de las Madres capuchinas es que son de figuras, a partir de que Orizaba fue nombrado Pueblo Mágico empezaron a elaborar.
Los costos varían desde 10 pesos hasta 25 dependiendo del tamaño, también realizan varios dulces tradicionales como higos rellenos, alegrías y jamoncillo. El dulce de pepita es al que mas tiempo le dedican y el que causa mayor gusto por las figuras elaboradas, ,realizando incluso pedidos de personajes de caricaturas.
