Longevos cordobeses cultivan setas

En su huerto, Lourdes Cruz Trinidad y Wilfrido David Sánchez llegan a producir más de 30 kilos en cada corte

Córdoba. – Lourdes Cruz Trinidad y Wilfrido David Sánchez Méndez nunca tuvieron la intención de cultivar hongos. Sin embargo, los azares del destino los llevaron a convertirse en uno de los primeros productores de hongos seta en la región de Córdoba.

En la congregación El Barreal, al norte de la Ciudad de Córdoba, en una vivienda rústica la pareja creó su propio huerto de hongos, los cuales comercializan en crudo y también en cuantiosas recetas que ellos mismos elaboran.

“Nuestro hijo, Nicasio David Sánchez Cruz, graduado en Jalisco, fue quien nos llevó a este nuevo mundo. Un día, sin más, nos compartió los beneficios de este alimento, en sabor y riqueza alimentaria, fácil de cosechar y guisar, pero, además, un nuevo ingreso”, explica la longeva pareja.

Entre cacerolas y bolsas de hongos listas para salir al mercado, Lourdes asegura que en su minihuerto llegan a producir más de 30 kilos en cada corte, pero comienza a ser insuficiente para la demanda que ha ido en aumento.

Foto: Miguel Ángel Contreras Mauss

Ella siempre carga consigo un libro elaborado por ella misma con hojas de cuadernos viejos donde aguarda las recetas que ha venido recolectando con el paso del tiempo para preparar este tipo de hongos.

La producción de este hongo no es nada complicada:  colocan rastrojo de maíz en una arpilla que fermentan durante una noche a fin de extraer todo

tipo de residuo, una vez hecho esto lo trasladan a una olla, donde el agua ya está a cien grados centígrados a fin de eliminar las impurezas.

Ya que esté hervido por un lapso de 30 minutos, se extrae y extiende sobre una superficie totalmente limpia y desinfectada para iniciar el proceso de siembra; para ello, coloca una parte de rastrojo con micelio, el cual actualmente consigue con un laboratorio de la ciudad de Jalisco, donde el cultivo de este tipo de hongo es una práctica común, puesto que valoran este alimento.

Tras haberlo sembrado, cierran la bolsa herméticamente, e inicia el proceso de producción; se deja esta bolsa por dos días en reposo, previo a ello, se hacen unos cortes por donde después crecerá este alimento.

Foto: Miguel Ángel Contreras Mauss

Al pasar estos dos días, se cubre la bolsa con otro color negro, a fin de simular un cuarto oscuro o lo que puede hacer la función de estar debajo de la tierra. Una vez que la bolsa empieza a “blanquearse”, quiere decir que el hongo ya está trabajando y debe ser regado al menos cinco veces al día, a fin de que mantenga su humedad.

Es ahí donde inicia la magia y el hongo comienza a crecer, para quedar listo para cortarse y llevarse a la cocina.

Sus vecinos se han convertido en sus clientes frecuentes, más algunos que se van sumando cada domingo, cuando se instalan en “Manos Cordobesas”.

Incluso, en ocasiones la cosecha les resulta insuficiente, puesto que la demanda va en aumento; pero la falta de recursos les impide ampliar su nicho de comercialización. Su producción es casera y abastece apenas la semana en la localidad.

Foto: Miguel Ángel Contreras Mauss

“El hongo seta está libre de contaminantes, la cantidad de proteína es la misma de la carne, no necesita de aceite y combina con todas las comidas, incluso, para la época de Semana Santa podría ser la opción para reemplazar el pescado y con un gasto menor”, dice Lourdes Cruz.

El sabor de la tierra, su esencia y sus bondades puedes disfrutarlas a través de las setas cordobesas.

Foto: Miguel Ángel Contreras Mauss

 

Foto: Miguel Ángel Contreras Mauss
Foto: Miguel Ángel Contreras Mauss
Foto: Miguel Ángel Contreras Mauss
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