El guardián de las místicas serpientes

*En las entrañas de la Sierra de Santa Martha habita un hombre llamado Alberto Córdova “El Tío Tlacuache”, quien busca proteger y mostrar la belleza de estos reptiles

Nadia Carrión

Soteapan, Ver.- Alberto Córdova tiene una relación espiritual con las serpientes. Un vínculo que ha sido desarrollado por distintas culturas desde la antigüedad.

En esta región del sur de Veracruz, a Alberto se le conoce como El Tío Tlacuache -porque en 2008 creó un personaje para contar la historia de Jomxuk, el niño maíz-, pero también como el humano protector de las serpientes.

Su misión es que los pobladores aprendamos a conocerlos, respetarlos y admirarlos. Incluso presumirlos en fotografías.

“Si andamos caminando en un lugar natural y vemos una serpiente lo único que hay que hacer es no molestarla y tener el privilegio de poder observar algo que no vemos todos los días”, dice.

Se dedica a impartir pláticas y talleres para resguardar la integridad de estos seres llenos de escamas y en la mayoría de los casos con unos fascinantes ojos.

“Tengo un vínculo con las serpientes que ha sido desarrollado por muchas culturas desde la antigüedad, donde representan el conocimiento, la guía la transformación y la posibilidad de cambiar las cosas que no nos gustan, mi relación con las serpientes es totalmente espiritual”, afirma.

A través de la Asociación Civil “El timbre” busca informar a la población sobre la identificación, manejo, prevención y tratamiento desde el saber local y científico, en compañía del biólogo Aarón Chaves.

“En esta zona de la Sierra de Santa Martha, San Martín, Los Tuxtlas hay diferentes organismos. Son alrededor de 67 serpientes no venenosas y 7 venenosas; somos el área natural protegida que tiene más diversidad de serpientes, sin embargo, hay unas que son mucho más comunes de ver y otras que son raras”, recuerda.

Las serpientes no son bien vistas por muchos habitantes que las consideran peligrosas y una amenaza para los suyos, pero históricamente existe una gran admiración por la serpiente.

El hombre primitivo la consideraba como un ser poderoso e incluso hoy, se la venera. Hay quienes la consideran la dueña de la tierra y da identidad como país.

“Las más comunes son las masacuatas que son las boas, las bejuquillo esas que son verdes muy largas, la spilote que le dicen localmente pajarera”, afirma. Se busca que las personas aprendan a identificar cuáles son de importancia médica, ya que muchas se pueden parecer a la nauyaca.

“La cantidad de creencias entorno a las serpientes es casi infinita como lo es la imaginación humana y al ser un animal que despierta fascinación temor, miedo, atracción, pues la gente va a decir desde que te hipnotiza”, agrega.

 

 

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