Camping en playas turquesas

*Un camino también arbolado, solitario, de unos tres kilómetros lleva a la playa de El Farallón, uno de tantos atractivos turísticos de la costa veracruzana

Juan David Castilla

Actopan, Ver.- Casas de campaña son montadas sobre una pequeña loma con vista al mar, a un costado de una playa, de entre 50 y 100 metros de arena fina, color beige, tirándole a café, que resulta el escenario perfecto para una coqueta velada, bajo un cielo estrellado.

Desde la cima, luce una zona boscosa, con árboles de más de 15 metros de altura, que forman una especie de muralla, como si estuvieran en ese lugar para brindar sombra y proteger a los visitantes.

Un camino también arbolado, solitario, de unos tres kilómetros, conduce a una playa de amplias dimensiones, donde la arena brilla con los rayos del sol y quema la planta de los pies, pero luce un paisaje paradisiaco.

Las gaviotas pilotean sobre las olas en busca de una presa para garantizar el alimento de sus crías, mientras turistas las señalan para explicar y mostrar a sus hijos la belleza e importancia del ecosistema en la zona.

Los dispositivos móviles marcan los 30 grados centígrados en la playa de El Farallón, uno de tantos atractivos turísticos del municipio de Actopan, que se encuentra a solo 101 kilómetros de Xalapa, la capital del estado.

La zona de playa aún es considerable. Mientras el mar ha ganado terreno en algunas partes de la zona, El Farallón aún cuenta con una superficie importante de playa, donde las familias pueden disfrutar de la recreación.

Las hojas de los árboles se ondean al ritmo del golpeteo de las olas y permiten una relajación total al escuchar esos sonidos, como si se tratase de alguna melodía de música clásica.

La gente pasa la noche en ese lugar, mismo que consideran seguro por encontrarse a unos metros del campamento de la Planta Nucleoeléctrica de Laguna Verde, donde habitan algunos de sus trabajadores y cuenta con seguridad privada.

La gente recolecta leña y arma fogatas durante la noche para pasar un rato ameno, apreciar las estrellas y quemar salchichas, bombones, mientras beben cerveza a la orilla del mar.

El viento arrecia, refresca. Las palmeras y los demás árboles se mueven de un lado a otro, pero no hay frío. La gente disfruta el ambiente, familias completas aprovechan las vacaciones de Semana Santa y las altas temperaturas para su convivencia y el goce de las aguas templadas.

Sobre la carretera Cardel-Nautla se observa el océano. La desviación hacia la localidad El Farallón lleva a dicha playa, misma que no es tan visitada como las de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.

En el trayecto también luce, entre cerros, el cuerpo de agua de Laguna Verde, cuyo sitio es referencia para localizar la playa paradisiaca de El Farallón, cuya agua es color turquesa y es un importante atractivo turístico del estado de Veracruz.

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