Corredor ecológico sureño de Veracruz

Es conocido como Jatusa y abarca 2 mil 400 hectáreas

Por Óscar Sánchez

Coatzacoalcos, Veracruz.-En medio de calores intensos de la zona sur de Veracruz, dos zonas selváticas y una pantano se convirtieron en un enorme refugio para miles de especiales animales y vegetales.

Se trata de un espacio dos mil 400  hectáreas, que se ha convertido en uno de los oasis ecológicos más importantes en una región petrolera explotada de México: el Corredor Ecológico Jatusa, bajo administración de Petróleos Mexicanos (Pemex), es un respiro a la naturaleza.

Los Parques Ecológicos Jaguaroundi  y Tuzandépetl y el Pantano de Santa Alejandrina, en esta región de Coatzacoalcos, siembran la semilla de un verdadero corredor biológico, conectan parches de vegetación, especies y ecosistemas.

Los mono araña, el jaguarundi, los tucanes, halcones caracoleros, peregrinos y garzas blancas y hasta el coati se pasean libremente por este corredor, reflejo del esfuerzo de conservación en un área altamente impactada por el cambio de uso de suelo y la actividad industrial.

Foto: Especial

La preservación del Jaguaroundi

En el Parque Ecológico Jaguaroundi (PEJ), los parientes de los pumas conviven también con otras 65 especies de mamíferos, 22 tipos de peces y 214 de mariposas, en un ambiente natural, un área de protección animal y ecológica.

Es un espacio propiedad de Pemex Transformación Industrial, un  área de casi mil hectáreas de vegetación, ubicada en el corazón de la industria petroquímica y de refinación en Coatzacoalcos, Veracruz.

Para la recreación de los asistentes,  el lugar cuenta con dos senderos interpretativos, uno más para bicicletas, muelle y kayaks para recorrer uno de los dos cuerpos de agua que tiene la propiedad, áreas de exhibición de animales de la región, entre ellas obviamente el Jaguaroundi (Helipailurus jaguaroundii), así como un salón de usos múltiples, un auditorio para 300 personas, cafetería, enfermería, vivero, museo interactivo, tienda y estacionamiento.

En Parque Ecológico Jaguaroundi no solo se han dedicado a la preservación de la especie animal, también a la procuración de la flora, por eso en el vivero se produjeron un total de 24,697 plantas de 35 especies diferentes.

Fue la primera área ecológica certificada por su contribución a la mitigación y adaptación al cambio climático; apenas el 20 de enero nació una cría en cautiverio de la especie conocida como Jaguaroundi, un gran logro sin precedentes en el país.

Foto: Especial

La casa de los reptiles

El Parque Ecológico Tuzandépetl (S4), ubicado en el municipio de Ixhuatlán del Sureste, se ha convertido en casa de boas, cocodrilos y otros reptiles que sobreviven al abrigo de la vegetación.

Se trata de una extensión de mil 104 hectáreas, entre ellos humedales, rodeadas por predios con actividades relacionadas con la industria petrolera. En este reducto, en las copas de sus árboles habitan tropas de monos aulladores y monos araña, halcones caracoleros, peregrinos y garzas blancas.

Ahí se puede encontrar interesantes y ricas extensiones de manglares, popal y tular representados por espadañas, tasiste y papiros; palmares de corozos y palma yucateca; selva alta con árboles de tepezuchil, zopo, palo barí, amates, uveros, pongolotes y guayabillas.

Foto: Especial

Pantano de Santa Alejandrina (S4)

Una pequeña extensión de 370 hectáreas, a un lado de la refinería Gral. Lázaro Cárdenas, e Minatitlán, fue rescatado tras haber sido usado como lugar de disposición de lodos aceitosos y catalizadores gastados generados en la refinería.

Ahora habitan Especies nativas de México de flora y fauna silvestres consideradas como categorías de riesgo y especificaciones para su inclusión, exclusión o cambio en la lista de especies en riesgo.

Es también un excelente lugar para la observación de aves migratorias. Incluso, se reportó el anillado de más de 130,000 aves de las 335 especies descritas en la región.

Foto: Especial

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