La nostalgia de Cri-Cri en un museo

Miguel Ángel Contreras Mauss

Orizaba, Ver.-

En un pequeño rincón de Orizaba, existe un lugar donde la nostalgia te hace regresar a tu época de infancia, fluyen los recuerdos de niño y las añoranzas.

Se trata del museo dedicado a Francisco Gabilondo Soler, “Cri-Cri”, uno de los compositores más exuberantes de México que creó cerca de 200 canciones de corte infantil y 300 personajes.

Jessica Martínez, una mujer de 30 años, recorre junto a su hijo de seis años los pasillos del “minimuseo”,  ubicado en el Centro Cultural “Poliforum-Mier y Pesado”,  un edificio que data de 1944; su dimensión y su forma, asemeja a la de un castillo. Su magnificencia la hace catalogarse como una de las principales obras del siglo XIX en Orizaba.

“Es emocionante recorre el museo. Escuchar la música y al mismo tiempo mirar las maquetas. Lastima que ya no hay cantantes como él (Cri-Cri). A mi hijo le he puesto estás canciones pero ya no es lo mismo. No sienten la misma nostalgias que siente uno al recordar aquellos días de niño”, señala mientras camina tomada de la mano de su hijo, a quien le va explicando cada uno de los cubículos.

En un diminuto espacio, pero acogedor, se proyecta la vida vida de Gabilondo Soler. Aquí obra  una increíble colección entre fotografías y objetos donados por sus familiares.

Cuenta con tres espacios: en dos de ellos se representan cerca de 70 de sus canciones, a través de sets con figuras de gran tamaño y maquetas realizadas por artesanos de la región en diversas técnicas como: pasta flexible, papel maché, porcelana fría y plastilina.

El tercer espacio lo ocupa una sala multimedia, en la que mediante la interacción con tablets, el visitante podrá conocer los cuentos y canciones que Gabilondo Soler grabara en la estación radiofónica XEW.

La letra de las canciones y la música de fondo te transportan rápidamente a tu niñez, y, solo con observar las figuras o maquetas sabes de qué melodía data y comienzas a tocarla en tu mente.

El recorrido, que dura aproximadamente 15 minutos, inicia con una línea del tiempo dibujada sobre la pared. En ella se explica desde la fecha de nacimiento del intérprete orizabeño hasta la hora de su muerte.

El próximo  6 de octubre, se celebrará el 111 aniversario del legado del compositor orizabeño, nacido en 1907. Es autor de 275 piezas, pero siguen encontrando más piezas musicales.

Isabel Morales es otra mujer que ha llegado desde Córdoba a visitar el museo junto a su hija de cuatro años llamada Leslie.
Leslie es amante de la música de Cri-Cri, todos los días escucha sus canciones, mismas que la arrullaron cuando era a penas un bebé.

Su canción favorita es la de La Patita, cuya metáfora resalta en que  así llamaban los nietos del cantautor a su abuela, Rosario Patiño, la primera esposa de Gabilondo Soler. Personajes como la Negrita Cucurumbé o el Negrito Sandía fueron una forma de homenaje a la riqueza cultural del Estado en el que nació Cri-Cri.

Quienes quieran visitar este “santuario” pueden hacerlo de lunes a domingo, en horarios de 10 de la mañana a seis de la tarde. Y la entrada es totalmente gratis para toda la familia.

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